Mariano Rajoy tampoco pudo aterrizar el pasado jueves en el aeropuerto de Córdoba. La paralización de la obra de ampliación de pista, unido a las escasas ayudas al aterrizaje con mal tiempo, hicieron que el avión que debía traer a Rajoy a Córdoba para luego llevarlo a Barcelona tuviese que aterrizar en Sevilla.
Pero lo que más duele de esta situación es el silencio absoluto de nuestro Alcalde, mirando hacia otro lado en lugar de reivindicar con fuerza la terminación de la obra de ampliación y la instalación de un ILS que ayude a operar a los aviones en días de meteorología adversa.
Así no vamos a ningún lado. Padres de familia que trabajan directamente en el aeropuerto, y los que podrían depender indirectamente por la generación de riqueza y empleo que un aeropuerto operando en condiciones normales como el resto de aeropuertos podría generar, dependen de que esta importante infraestructura para Córdoba salga para adelante. Si no es así, corremos el serio riesgo de que nuestro aeropuerto se cierre, perdiendo con ello una nueva oportunidad no sólo de crear riqueza y empleo en Córdoba; también corremos el riesgo de que algo de lo que los cordobeses estamos muy orgullosos, el programa de trasplantes de nuestro hospital Reina Sofía, se marche a Sevilla.
Que no diga nadie luego que no están avisados.
¡Sorprendente!
ResponderEliminarSencillamente sorprendente. Los del PSOE torpes por no acabar de una vez por todas la ampliación y anotarse el tanto. ¿Y el PP con Nieto a la cabeza a qué espera? O este hombre tiene un as en la manga y es esperar a que Rajoy gobierne en España y acabar de una vez por todas la ampliación y apoyar decididamente nuestro aeropuerto (y con él a Córdoba) o es que es un majadero. Tiempo al tiempo, pero esto no tiene nombre.